Cuida los arreglos florales, se encarga de fichar a sus compañeros, controla los pedidos de la web y despunta en las redes sociales con sus desenfadados reels y bailes. «Quiero independizarme», proclama.

En Ruiz de Ocenda, que conjuga el arte de la perfumería, con la venta de algunas de las mejores fragancias del mundo, y la floristería, despunta una de sus jóvenes empleadas. Es balmasedana, se llama María Ondovilla, tiene 31 años y cada vez asume más funciones en el negocio de la calle Heros. Lleva más de tres años y medio trabajando en la tienda, al tiempo que protagoniza un rol cada más relevante en las redes sociales, lo mismo en Instagram que en TikTok.
«Y hago muchos reels», relata junto Viki Fernández, directora del establecimiento. Ondovilla se marca unos vídeos desenfadados y unas coreografías que para sí quisieran estrellas mediáticas. Sabe ganarse a las audiencias con sus bailes. Las pasadas navidades, al ritmo de la estadounidense Kelly Clarkson, recorría el establecimiento regalando estrellas.
Cada día baja de Balmaseda a Bilbao (y sube) en un tren que sigue marcando el mismo tiempo que hace casi 40 años, más de una hora. En la tienda hace de todo, cuida las plantas, se encarga del mantenimiento de los arreglos florales, limpia el polvo, atiende a la clientela, ‘ficha’ al resto de empleados, incluidos sus jefes… No es una más, es algo más. Es el alma. «Saca los ramitos a la calle y se encarga de enviar a Correos los pedidos que se realizan a través de la web, que es algo que le encanta. Hace muchísimas cosas», alaba Viki…..
Fuente: www.elcorreo.com (Luis Gómez)