Testimonios de Asociación Síndrome Down Córdoba: «Toda empresa tiene puestos de trabajo adaptables a la discapacidad»

Fabián Cámara, Patricia Torrico y Daniel Manzano narran sus experiencias.

Daniel trabaja en una de las cafeterías Roldán. / CÓRDOBA

Conseguir que una empresa ordinaria contrate a personas con una discapacidad es difícil. Si la discapacidad es intelectual, el reto es aún mayor, ya que la mayoría de contrataciones que se realizan son para quienes sufren una discapacidad física. Sin embargo, no hay nada imposible, como llevan demostrando desde hace más de dos décadas en la asociación Síndrome Down de Córdoba. En 2002, consiguieron que una empresa privada contratara por primera vez a uno de sus usuarios y aunque algunos de los que empezaron ya no están trabajando por distintas circunstancias, actualmente son quince las personas con síndrome Down que cada mañana se levantan en Córdoba para acudir a su puesto de trabajo. Empresas como Decathlon, Obramat, cafeterías Roldán, Clece, el colegio Alzahir o Cafento, entre otras, han dado el paso de incorporar a su plantilla, la gran mayoría con contratos indefinidos de media jornada, a personas con este perfil.

Según Fabián Cámara, presidente de la asociación, «en Síndrome Down consideramos que nuestros usuarios deben trabajar en un entorno normalizado, pero somos conscientes de que no se puede soltar a una persona en una empresa sin más y esperar que todo funcione sin problema». Para asegurar el éxito de la experiencia, la entidad cuenta con un equipo de preparadores laborales acreditados que se encargan de acompañar a sus usuarios en las empresas que los contratan para adaptar el puesto a sus necesidades y asegurarse de que puedan cumplir el trabajo asignado sin problema. «No hay un tiempo predeterminado porque cada persona es diferente, pero estamos con ellos el suficiente hasta que trabajan de forma autónoma», señala Cámara, «a partir de ese momento, hacemos un seguimiento de cada caso y si surge algún tipo de dificultad, acudimos para resolver el problema que sea». Padre de un hijo con síndrome Down que lleva seis años trabajando en la cafetería del hospital Reina Sofía, asegura que «tenemos una metodología de apoyo laboral que implica la formación previa en actitudes como la puntualidad, la higiene correcta, enseñarles que tu jefe no es tu amigo y que no tiene que haber una relación de amistad o que tienen que acudir de forma autónoma a su puesto de trabajo con transporte público».

Una norma clave es que solo el preparador laboral interactúa con la empresa, nunca la familia del usuario…..

 

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Fuente: www.diariocordoba.com (Araceli R. Arjona)

 


 


 

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