Recuerden que su hijita o hijito es una persona con deseos, sueños, derechos y dignidad.
Siempre tengan en mente que nadie sabe o conoce exactamente qué decirles o de qué forma ayudarles.
Procuren entender que algunas personas pueden tener mayor o menor habilidad para expresarles su empatía y sentimientos acerca de su bebé.
Pregunten e infórmense con otros padres de niños con síndrome de Down cómo ellos se sintieron y cómo se sienten ahora con su niño.
No deberán sentirse culpables de sus sentimientos, así como el compartirlos.
Efectúen todas las preguntas que les preocupen acerca de su niño, no importa que éstas parecieran ser aparentemente triviales o intrascendentes.
Procuren siempre rechazar conceptos como “ellos todos son así”, por el contrario, insistan en que las habilidades o capacidades del niño sean medidas individualmente.
Siempre que sea posible procuren que la información profesional que se les brinde acerca de su hijo se las den en presencia de ustedes dos y cuando así lo deseen con otros miembros de la familia.
Mantengan serenidad y calma ante las preguntas o los comentarios que el público les realiza.
Si ustedes encuentran que hacer nuevos amigos les brinda apoyo emocional o intelectual, háganlo; obviamente sin abandonar a otros.
Recuerden que en las primera etapas después del nacimiento del bebé tendrán diferentes reacciones que requerirán sortear, pero que afortunadamente sabiendo que existen se resuelven satisfactoriamente.
Estén siempre, en la medida de lo posible, conscientes de que no deberán abandonarse las necesidades de los otros miembros de la familia nuclear. Por lo tanto, deberá ponerse también el mejor interés por ellos.
No desalentarse porque no se encuentran soluciones a todos los problemas, puesto que eso es lo habitual en la dinámica de la vida de cualquier familia y que siempre habrá días buenos y otros malos.
Tener a un niño con síndrome de Down no es el fin del mundo. No tiene que ser una tragedia para el niño y su familia y tampoco considerarse como víctimas.
Tendrán oportunidad de disfrutar de su niña o niño como nunca se lo pudieron haber imaginado, no sólo cuando dé sus primeros pasos, diga sus primera palabras, cuando apaque las velitas de su pastel, sino día con día y hora con hora.
Texto extraido del libro “El niño Down-Mitos y realidades” y publicado con la autorización de su autor el Dr. D. Luis Jasso.