Josepth Santiago Herrera demostró que no existen límites cuando hay determinación y pasión. Compitió por Cali y en representación de los niños con síndrome de Down, dejando un mensaje de inclusión y esperanza. Conoce su historia.

En el tartán del estadio de atletismo Pedro Grajales, entre gritos, aplausos y emoción, emergió una figura distinta, una zancada inconfundible, un alma luminosa que más que correr, voló. Josepth Santiago Herrera Valderrama, un joven de 17 años de edad y con síndrome de Down, cruzó la meta en los 100 y 200 metros planos como si llevara alas. No solo ganó, arrasó.
Representando a la delegación de ‘Cali Élite’, se colgó dos medallas de oro en los recientes ‘Juegos Para-Departamentales 2025’, dejando atrás a todos sus rivales y regalándole a la ciudad una historia que vale más que cualquier marca: la de un niño especial que corre con el corazón.
“Me siento orgullosa de él e invito a todas las madres que tengan niños con esta condición a que no los oculten, sino que los traigan a participar a estos juegos. Ellos son capaces de esto y mucho más. Ellos sobresalen en todo y si los apoyamos llegan a ser muy funcionales en todo”, expresó Marleny Valderrama, la progenitora de Josepth.
De Bogotá al calor de Cali
Aunque nació en la capital de la República, el 14 de julio de 2008, Josepth apenas tenía tres años cuando la vida y una condición médica le señalaron otro rumbo. Debido a un problema respiratorio, los médicos recomendaron a sus padres llevarlo a un lugar más cálido: así llegaron a Cali, su nuevo hogar. Desde entonces, el sol del Valle del Cauca ha sido testigo de su crecimiento, de sus risas, sus pasos y, ahora, de sus carreras doradas.
Se crio en el Barrio Villa del Prado (Comuna 5) y vive con sus padres y hermanos en un hogar lleno de amor. “Cali es espectacular, acá apoyan el deporte, todo es muy bonito. Hay mucho parque que podemos disfrutar. Cali es donde debemos estar”, exclama doña Marleny, con el corazón hinchado de orgullo por vivir en la ‘Capital Deportiva de América’.
El error más hermoso
Curiosamente, Josepth no comenzó en el atletismo; lo suyo era la natación, disciplina que practicaba hace un par de años. Todo cambió un día cualquiera, por un error telefónico. Una llamada equivocada hizo que su mamá lo llevara, sin saber bien a qué, al estadio de atletismo Pedro Grajales. Allí fue recibida por la profesora Dora Barreto y lo que vio fue suficiente. “Déjenmelo, él es bueno para el atletismo”, exclamó la entrenadora, según relata Marleny. Así, sin planearlo, cambió el agua por la pista.
Desde entonces se entrena con disciplina y entusiasmo, siempre con una sonrisa, con esa energía arrolladora que lo caracteriza. Corre como si el mundo no pesara; como si cada paso fuera un juego. Y tal vez lo es, porque para él correr es celebrar la vida.
Teatro, música y talento sin límites
Además del deporte, Josepth estudia teatro en la Fundación Boteritos, donde también cultiva su amor por la música. Es un artista integral; un soñador que canta, actúa, se expresa y vive con una intensidad que contagia.
Es un chico dulce, espontáneo, locuaz y tremendamente amoroso. Su madre lo describe como un ser especial en todos los sentidos e insiste: “ellos pueden, ellos llegan lejos, todos los niños con síndrome de Down también pueden; solo hay que abrirles un espacio”.
Orgullo de Cali
En los ‘Juegos Para-Departamentales’ no solo ganó dos oros; se robó el corazón de todos. Más que un triunfo deportivo, fue una lección de humanidad. En la pista no solo corrió por él, sino en representación de los niños que muchas veces no son vistos y por todas las madres que sueñan con un mundo más inclusivo….
Fuente: www.cali.gov.co