Xisca, Ana María y Álex, tres jóvenes con síndrome de Down contratados en un centro comercial de Mallorca por Navidad: “Vamos a hacer felices a muchas personas”

Cargados de ilusión, valentía y muchas ganas, tres usuarios de Asnimo pasarán toda la campaña navideña empaquetando los obsequios que Papá Noel y los Reyes Magos entregarán este 2025 y principios del 2026.

Integración laboral en Navidad: Jóvenes con síndrome de Down de Asnimo trabajarán estos días en un centro comercial de Marratxí / Guillem Bosch

La Navidad no solo huele a pino y a compras, también lo hace a un compromiso firme y continuado con la superación y la integración laboral. Por cuarto año consecutivo, el centro comercial Mallorca Fashion Outlet ha abierto sus puertas a la Fundación Asnimo para su campaña más significativa, contratando a tres jóvenes con síndrome de Down para atender el punto de empaquetado de regalos. Desde el 5 de diciembre y hasta el Día de Reyes, Xisca Gost, Ana María Mir y Alejandro Nieto serán los artífices de que miles de obsequios lleguen a su destino con el lazo perfecto, un trabajo que va más allá de un simple envoltorio: es una ventana a la autonomía y la realización personal.

Para Xisca, de 22 años, este viernes ha marcado un hito. Es la primera vez que trabaja en la campaña, de hecho, «es la primera vez que trabaja», y la emoción se le nota en la voz. «Tenía muchas ganas de empezar», confiesa, asegurando que el trabajo de empaquetado no le resulta difícil y que le «gusta mucho». La joven es consciente del impacto de su labor: «Vamos a hacer felices a muchas personas», dice con ilusión a este diario.

Detrás de esa seguridad hay un mes y medio de preparación en Asnimo, donde ha practicado técnicas de empaquetado y ha participado en role playing o juego de roles, una técnica de simulación para aprender a interactuar con los clientes. Sobre sus compañeros, solo tiene buenas palabras, y es que esta experiencia, tal como señala Jorge Pérez de Zabalza, director de Marketing y Turismo de Mallorca Fashion Outlet España, es una muestra de que a las personas con discapacidad solo «hay que darles una oportunidad para demostrar las capacidades que tienen».

Ana María, de 27 años, es la veterana de este trío. Para ella es su tercera campaña en el centro, sumando dos Navidades y un de San Valentín. «Me gusta el trabajo, lo echaba de menos», afirma con una sonrisa. Reconoce que empaquetar ciertos artículos, como por ejemplo la ropa, puede ser «un poco difícil», pero destaca que con sus compañeros, lo soluciona rápido: «Ellos me ayudan contentos y sin problema». Dice que está «muy contenta de haber empezado a trabajar». Verla desenvolverse es la prueba de la satisfacción que da la continuidad laboral.

El Servicio Ocupacional de Asnimo ha elaborado más de 6.000 lazos para los regalos

Por su parte, Alejandro (Álex), de 37 años, debuta en la campaña con «mucha ilusión» y tranquilidad, porque para él envolver regalos no supone ningún reto. «No lo veo difícil», manifiesta. Aunque el punto de empaquetado es su realidad actual, Álex es un soñador con metas más allá, de hecho cuenta que le «encantaría trabajar en un hotel como camarero o en una oficina».

Normalmente ayuda en el centro de Asnimo de Son Ametler, donde trabaja en la cocina, lavandería o haciendo camas, tareas que forman parte del taller ocupacional en el que participa. Eso -reconoce- le ayuda mucho a ser autónomo.

Este despliegue de ilusión no sería posible -aseguran desde la fundación- «sin el entorno de apoyo que ofrece Mallorca Fashion Outlet». Juan Pablo Ladino, uno de los trabajadores del centro comercial que los acompaña en la campaña, se muestra encantado. Recuerda que ya trabajó con personas con discapacidad intelectual en su Colombia natal, una experiencia que le gusta y le parece «muy bonita», y destaca de Alejandro que es «muy trabajador, tiene muchas ganas y mucho ánimo».

Dámaris Sánchez, otra trabajadora de la campaña de Navidad, tampoco se estrena en estas lides y asegura que le gusta mucho trabajar con ellos, pues dice que «es muy sencillo, están muy receptivos, tienen muchas ganas y son muy agradecidos».

Cabe destacar que el centro comercial no solo ha contratado a Xisca, Ana María y Álex, sino que también ha involucrado al centenar de personas del Servicio Ocupacional de Fundación Asnimo en la elaboración de más de 6.000 lazos que decorarán los paquetes de regalo, un detalle que pone el broche final a la colaboración.

Este empleo permite a Xisca, Ana María y Álex «sentirse útiles» y valorados

 

El vuelo a la autonomía

La alianza entre Mallorca Fashion Outlet y Fundación Asnimo, que se remonta a 2021, ha evolucionado con el tiempo. Beatriz Moreno, psicóloga y preparadora laboral en la entidad, recuerda que en las primeras dos campañas, los chicos daban apoyo entregando obsequios o adornos realizados en la Fundación. Sin embargo, el año pasado se dio un paso más: «Empezamos ya a entrenar a algunos chicos, a los candidatos que tenemos dentro del programa de inserción laboral, para poder empezar a encargarse del trabajo, no solo estar para ayudar. Y desde el año pasado ellos también son uno más en el punto de empaquetado y comparten tarea con los compañeros que hay aquí».

Esta experiencia, de duración delimitada y tareas muy específicas, «nos permite valorar quién está más preparado para salir a trabajar a la empresa ordinaria, para contratos un poco más largos y de mayor continuidad», explica Beatriz. Es una «primera toma de contacto» que les permite «valorar en qué aspectos es necesario seguir trabajando con ellos, entrenando en habilidades sociales, en qué habilidades laborales o prelaborales». En el servicio ocupacional de Asnimo, con unos cien usuarios, un pequeño grupo de 10 a 12 personas está en el programa de inserción laboral, con la actitud y las habilidades necesarias, además de la motivación y la colaboración familiar, que la psicóloga insiste en que es «muy importante».

Pero el camino hacia la inserción laboral no está exento de obstáculos. A pesar de que los protagonistas de este ‘cuento de Navidad’ tengan la motivación y las habilidades necesarias, «hay familias a las que les da miedo que trabajen. Suele ser por sobreprotección», valora la psicóloga.

El miedo de las familias «frustra» en ocasiones el desarrollo de su potencial laboral

Según explica, el enfrentamiento a un contexto nuevo en una empresa ordinaria genera inquietud en ellos por la posibilidad de enfrentarse a conflictos o incidencias. Además, trabajar implica una serie de aspectos no directamente ligados al empleo, como la «gestión del móvil» o el «manejo autónomo del transporte público», pequeñas acciones que dirigen a una autonomía que, a veces, las familias se resisten a asumir, lo que puede «frustrar un poco» la potencialidad de los chicos.

No obstante, en la Fundación -subraya Beatriz- trabajan activamente con las familias para animarlas y hacer que colaboren, siendo esta «parte imprescindible» del proceso, junto al apoyo del equipo de monitores y técnicos. Este esfuerzo conjunto es lo que permite a jóvenes como Xisca, Ana María y Álex alcanzar un «mejor nivel de calidad de vida»….

 

Leer la noticia completa…

Fuente: www.diariodemallorca.es (Nair Cuéllar)

 


 


 

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.