Los menores, de entre 7 y 12 años, han sufrido un empeoramiento de sus capacidades intelectuales y actitudes negativas a la asistencia escolar.

Un juzgado ha condenado a una profesora de pedagogía terapéutica y a una auxiliar técnica de educación a siete años de cárcel por insultar y humillar a siete niños con discapacidad en un colegio de Pozuelo de Alarcón (Madrid) y dirigirse a ellos con “tono despectivo” y “amenazante” en 2019.
“Estás bobo, estás atontado tío”; “deja de hacer bobadas”; “me dan ganas de matarte”; “¿lo que hace es el gilipollas, a que sí?”; “¿te haces el tonto del culo? pues más tonta del culo voy a ser yo contigo, te voy a amargar la vida”; “que me importa un pito que llores, un pito y medio”; “que ganas tengo de darle una hostia un día”.
Los alumnos, de entre 7 y 12 años, han sufrido un empeoramiento de sus capacidades intelectuales y actitudes negativas a la asistencia escolar, y una de ellas sufrió retroceso en las habilidades de lectoescritura, actitud retraída y poco dispuesta al diálogo, y ansiedad.
La resolución, a la que ha tenido acceso EFE este lunes, condena a ambas acusadas por siete delitos contra la integridad moral -uno por cada víctima- con la agravante de haber cometido los hechos por razón de la discapacidad de los niños y la atenuante de dilaciones indebidas.
Una grabadora en un oso de peluche
El origen del caso, por el que ambas se sentaron en el banquillo entre marzo y abril, se sitúa en los audios que registró una grabadora que los padres de una de las víctimas depositaron en un peluche colgado a su mochila, ante las sospechas de que su hija pudiera estar sufriendo “algún problema”.
Las defensas han tratado de anular las grabaciones invocando que las pruebas se han obtenido ilícitamente, pero la jueza afirma que los padres de la menor, como representantes legales, tenían la facultad de consentir grabar las conversaciones en las que participase su hija en el ejercicio de la patria potestad.
“Era el único medio de investigación para conocer lo que estaba ocurriendo”, apostilla la magistrada, que recuerda que el resto de progenitores manifestaron estar de acuerdo en el juicio.
Expresiones con “incuestionable contenido ofensivo”
La jueza subraya el “tono despectivo” y los “gritos” que profirió la profesora a los niños, con expresiones con un “contenido claro e inequívoco vejatorio” a menores con una “vulnerabilidad propia por razón” de su edad y de sus “limitaciones intelectuales”.
Ve “especialmente esclarecedora” la comparación entre las “expresiones ofensivas” y con “tono humillante” que esta acusada dirigía a los niños en las grabaciones, con la “actitud cariñosa, templanza y paciencia que muestra con los alumnos en los vídeos que grabó ella tras ser descubierta la grabadora”.
Respecto a la auxiliar, también destaca sus expresiones “ofensivas” y su “aquiescencia” al trato “degradante y ofensivo” de su compañera hacia los menores….
Fuente: www.noticiasdegipuzkoa.eus