Alimentación saludable para niños con síndrome de Down

Los niños con síndrome de Down deben tener buenos ámbitos alimenticios incluyendo en su dieta diaria cada uno de los grupos de alimentos.

Deben comer de todo: cereales integrales, tubérculos, almidones, verdura, frutas, proteínas, lácteos y aceites o grasas saturadas.

Los niños con síndrome de Down pueden tener alguna dificultad a la hora de tomar el alimento, a veces tienen dificultades con la mordida, o al tragar el alimento si es demasiado blando.

En algunos casos se puede dar celiaquía, diabetes, alteraciones en tiroides (hipotiroidismo) o alguna enfermedad coronaria que también puede afectar a la alimentación.

A veces hay estreñimiento porque ingieren poca fruta y líquido. Los niños con síndrome de Down suelen olvidarse de beber agua, por lo que tenemos que recordárselo.

Los niños que presentan celiaquía deben evitar los alimentos que contienen gluten, como son el trigo, la avena, la cebada y el centeno. En este post encontrarás más información sobre la celiaquía en las personas con síndrome de Down.

Cada niño, cada persona, es diferente y tiene unas necesidades diferentes. Es necesario llevar un control nutricional teniendo en cuenta la edad, la actividad que realiza y si tiene alguna patología.

Los niños con síndrome de Down son propensos a subir de peso con facilidad debido a factores genéticos, porque hay una disminución del índice metabólico, tienen tendencia a una vida sedentaria, y tienen mayor tendencia a padecer hipotiroidismo. La obesidad es cúmulo de grasa y sobre todo es perjudicial en aquellos niños que presentan enfermedades cardiovasculares. La diabetes también se produce a causa de la obesidad.

Sin embargo, la obesidad es evitable y para ello es importante que adquieran buenos hábitos en casa, tales como no consumir alimentos saturados en grasa, chocolatinas, bebidas gaseosas, embutidos, dulces… y aumentar la actividad física. Recordemos que los niños aprenden del ejemplo de los adultos, y que es recomendable no tener alimentos poco saludables en casa.

Para que el niño identifique y aprenda los alimentos que puede comer, podemos darle una lista con colores que le ayude a ser consciente de la alimentación sana: Los alimentos verdes se pueden tomar, los amarillos con moderación y los rojos quedan prohibidos. De esta forma también fomentamos la independencia y que ellos tengan conocimiento de su salud.

 

La actividad física también es muy importante para prevenir la obesidad. Los niños deben hacer actividad física rutinaria de unos 30 minutos al día como salir a pasear o subir las escaleras. Y actividad física programada de 30 minutos a 1 hora, según la edad del niño, 3 ó 4 veces por semana. Además de ayudar con el gasto energético, es un hábito saludable y también ayuda emocionalmente a reducir la ansiedad y evitar el picoteo entre horas.

Los niños más pequeños que se inician con la alimentación tienen problemas de atragantamiento y para ellos es importante tener en cuenta el modo de preparación. Las papillas muy consistentes, espesas, hacen que el niño no pueda mover la lengua dentro de la boca y es cuando se da el atragantamiento. La papilla debe ser espesa, pero sin ser demasiado consistente, de manera que el niño pueda mover la lengua dentro de la boca y tragar.  Tampoco conviene mezclar texturas, como por ejemplo yogur con cuadraditos de pera. El bebé se encuentra con una textura líquida y otra sólida y dificulta la alimentación.

Lo mejor es no ofrecer alimentos sólidos hasta que tengan toda la dentición, que en niños con síndrome de Down puede darse a partir de los 2 años. A partir de esa edad ya podremos mezclar más texturas e introducir más sólidos.  Antes de la dentición es preferible ofrecer una alimentación más bien triturada, colocarla en una cuchara pequeñita y colocarla en el centro de la lengua, dentro de la boca del niño para que pueda deglutir. No es aconsejable ofrecer comida con la lengua fuera de la boca del niño. A los niños con síndrome de Down hay que enseñarles a masticar.

Ya en esta edad debemos fomentar los hábitos saludables, como los cereales integrales, frutas y verduras, beber agua, mantener un consumo bajo de azúcar, darles porciones pequeñas, evitar alimentos altos en grasa saturada, realizar actividad física, no picotear entre comidas… la fruta es mejor tomarla entera por el gran aporte de fibra, y evitar los zumos. El plato inteligente trae la mitad de verdura, un cuarto del plato debe ser proteína y el otro cuarto un carbohidrato (por ejemplo: una patata o una ración de arroz).

Aquí una tabla de porciones recomendadas:

 

Grupo de alimento Tamaño Número de porciones al día
2-3 años 4-5 años
Verdura ½ taza 1 ½ 2
Cereales 1 tortilla de maíz, 1 rebanada de pan, ½ taza de arroz, ½ taza de pasta 3 6
Leguminosas ½ taza de legumbres/lentejas 2 a 3 3
Alimentos de origen animal 30 gr de pollo, queso, carne de res, cerdo, 45gr de pescado, 1 huevo 2 a 3 3
Lácteos 1 taza de leche 2 2
Grasas 1 c. aceite vegetal, ½ aguacate, 10 almendras

 

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Fuente: downtv.org (María)

 


 


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