Hace 29 años, Lisa Newtop le dio a su madre, Patti, una noticia que cambiaría sus vidas para siempre: estaba embarazada.

La sorpresa fue mayúscula, ya que tanto Lisa como su pareja de entonces, Tim, tenían síndrome de Down, y la probabilidad de que pudieran concebir era mínima. A pesar de la incertidumbre y los prejuicios sociales, la pareja decidió seguir adelante con el embarazo, rodeados del amor y el apoyo incondicional de su familia más cercana.




El nacimiento de su hijo, Nic, quien también llegó al mundo con síndrome de Down, añadió una capa de complejidad a la situación. La joven familia enfrentó el rechazo de parte de su círculo social, quienes les aconsejaban dar al niño en adopción. Sin embargo, Patti, la abuela del bebé, se mantuvo firme en su decisión de apoyar a su hija en la mayor aventura de su vida, haciendo caso omiso a las críticas y al abandono de muchos de sus amigos.
Con una notable determinación y el consejo de expertos, Lisa y Tim aprendieron los gajes del oficio de ser padres. Desde cambiar pañales y preparar purés hasta consolar a su bebé en las noches en vela, la pareja demostró una inmensa capacidad de amar y cuidar. Uno de los mayores desafíos para Lisa, una mujer trabajadora y sensible, era interpretar el llanto de su hijo, asumiendo que sufría cuando, en realidad, a menudo era solo el llanto habitual de un bebé. Trágicamente, cuando Nic tenía cinco años, su padre, Tim, falleció, y Patti y su marido se volcaron aún más en ayudar a Lisa a criar a su hijo.
Hoy, Nic es un joven de 29 años, activo y lleno de sueños, que aspira a convertirse en ayudante de conductor de autobús, rapero o DJ. Además, ha incursionado en la actuación, participando en películas y programas de televisión. A pesar de que su madre ahora sufre de demencia senil, el vínculo entre ellos permanece intacto….
Fuente: noticiasdeaqui.co