Cómo es la escuela que Gustavo Garzón creó para sus hijos con síndrome de Down

Gustavo Garzón, conocido por su carrera actoral y su capacidad de resiliencia, ha demostrado una vez más su extraordinaria fuerza interna al fundar una escuela inclusiva para sus hijos Mariano y Juan, quienes tienen síndrome de Down.

Su historia es testimonio de cómo el amor paternal puede generar un cambio significativo en la sociedad, proporcionando oportunidades donde antes no existían.

En el transcurso de su vida, Garzón ha enfrentado varias adversidades, desde problemas de salud hasta la pérdida de su esposa, experiencias que moldearon su perspectiva sobre la vida. El actor argentino compartió en una entrevista cómo estas experiencias lo llevaron a valorar cada momento con intensidad: “He aprendido que a pesar de las tragedias que uno pueda enfrentar, siempre hay que aferrarse a la vida, lidiar con los problemas y encontrar maneras de adaptarse a las dificultadas”, señaló Garzón al diario La Nación.

Con esta filosofía de vida, Gustavo Garzón se embarcó en el proyecto más desafiante y significativo: la creación de una escuela de teatro musical para personas con discapacidad intelectual, una institución pionera que ofrece un espacio donde sus hijos y otros jóvenes pueden expresar su creatividad artística. Motivado en parte por la falta de recursos adecuados, Garzón junto a su hija Tamara, quien sigue una carrera como actriz, directora, y docente, decidió llenar este vacío educativo.

“La pasión por el arte también vive en mis hijos”, explicó Garzón al describir cómo los intereses de sus hijos en la danza y el teatro impulsaron la creación de esta institución. “La falta de instalaciones especiales a menudo dejó a muchos jóvenes con síndrome de Down sin un lugar apropiado para canalizar su amor por el arte escénico. Por ello, decidimos convertir nuestro deseo en acción y fundar la Escuela de Teatro Musical en El Camarín de las Musas.”

 

La influencia de Tamara como docente especializada es parte integral del éxito de la escuela, que ahora educa a cerca de 80 estudiantes. La satisfacción en la voz de Gustavo Garzón es palpable cuando habla sobre el impacto positivo que ha tenido en cada uno de los estudiantes: “Poder proporcionar esta oportunidad y ver como disfrutan de sus clases, actúan y se expresan con libertad es un regalo inestimable”….

 

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Fuente: www.anroca.com.ar


 


 

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