El Tatau y la Asociación Down Huesca se alían para promover la inserción laboral de personas con discapacidad.
La alianza entre la Asociación Down Huesca y el restaurante con Estrella Michelín de Huesca Tatau, con la colaboración de la Fundación Sesé, ha dado como fruto un innovador e ilusionante programa para promover la integración laboral de las personas con discapacidad.
Epicerie by Tatau es el nombre de este proyecto piloto, que durante cuatro meses está proporcionando habilidades técnicas y conocimientos de cocina a Shobha González, Juan Mallén y José Borrel Doz, de la mano de un mentor de lujo, el chef Tonino Valiente.
Arancha Sainz, del Tatau, explica que, en un principio, el establecimiento pensó en la posibilidad de incluir en sus filas a una persona con discapacidad, pero después se consideró más interesarle proporcionarles estas nociones, con las que “su incorporación a equipos de trabajo puede ser más sencilla”.
De esta manera, los tres jóvenes comenzaron a ir todos los lunes al Tatatu, dos horas por la mañana y tres por la tarde, de modo que pueden experimentar el proceso completo de un cocinado, desde la concepción del producto hasta su realización, lo que supone un refuerzo de su motivación.
En este laboratorio culinario, han trabajado en la elaboración de una sala que se emplea en un plato de la carta -y que se han envasado en pequeños frascos bajo la marca Romes-KIÓ para que los clientes se la puedan llevar a casa– y este lunes se afanaban en la elaboración de platos con pasta fresca.
Este primer módulo finalizará en el mes de abril y a partir de ahí será el momento de evaluar la posibilidad de integrar a una persona de manera permanente en el equipo de Tatau, “o estudiar si es más interesante dar continuidad a este tipo de formación o incluso dar salida a un proyecto que pudiera ser autogestionado por ellos”.
José Borrel Doz comenta que es la primera vez que vive una experiencia asi y se le ve disfrutar siguiendo las indicaciones del chef, que, a pesar de instruir con exigencia y seriedad, se ha ganado el corazón, el respeto y la complicidad de su alumnado. En el futuro, José se ve dedicándose a esta profesión. “Veo que cabe una posibilidad y la voy a aprovechar”, recalca.
A Juan Mallén, que comparte muchas bromas con Tonino, le gustaría quedarse en el Tatau, le encanta la experiencia y el ambiente que se ha creado entre el chef y sus pupilos, que cuentan también con el apoyo de la preparadora laboral de Down, Elena Díaz.
Por su parte, Shobha González, que ha estudiado en la Escuela de Hostelería de Huesca, tiene su vocación claramente definida, y les asegura a sus compañeros que también ella les puede enseñar algunas cosas.
“La idea no era hacer un taller de cocina, era una manera de crear un puesto de trabajo. Si ellos al final deciden dedicarse a esto, pueden hacer salsa, raviolis o montarse un obrador, o una tienda. La idea es que adquieran una habilidad y pueda ser sostenible para ellos”, indica Tonino Valiente….
Fuente: www.eldiariodehuesca.com (Myrian Martínez Iriarte)