ORGULLO TUCUMANO: Leila Mustafá busca representar a la provincia en una competencia de patinaje adaptado

Con 12 años de trayectoria en el patinaje adaptado, Leila Mustafa se prepara para representar a Tucumán en el Nacional de San Luis. Una historia de pasión, superación y amor familiar.

Leila Mustafa no es simplemente una patinadora. Es una joven tucumana con síndrome de Down que encontró en el patinaje su gran pasión. Hace 12 años que se desliza por la pista con la misma convicción con la que hoy se prepara para competir en el Campeonato Nacional de Patinaje Adaptado que se realizará en San Luis.

Este deporte, que para ella es mucho más que una actividad, se convirtió en su forma de vida. Leila entrena, compite y emociona. Y lo hace acompañada de su familia, que ha estado a su lado en cada etapa de su crecimiento como deportista.

 

Del agua a la pista: un cambio que marcó su camino

Antes de los patines, Leila era nadadora. Su mamá soñaba con verla brillar en la natación, pero Leila tenía otros planes. No fue fácil aceptar ese giro. Se necesitaron cuatro años de terapia para que su madre comprendiera algo fundamental: el sueño debía ser de Leila, no de ella.

Desde entonces, todo cambió. Empezó con una sola disciplina, pero con el tiempo fue sumando más. Hoy domina cuatro: libre, escuela, danza y danza fresh. Cada una con su propio vestuario, coreografía, tipo de patines y juegos de ruedas. Un esfuerzo enorme, tanto emocional como económico, que la familia asume con orgullo y compromiso.

 

Orgullo tucumano: de Brasil a San Luis

El talento de Leila ya cruzó fronteras. En el último Sudamericano realizado en Brasil, compitió con representantes de seis países. Durante su rutina, sufrió una caída y se raspó la rodilla. Lejos de detenerse, se levantó, continuó y terminó ganando. Se consagró campeona.

Ahora, el próximo desafío la espera en San Luis, donde representará a Tucumán el 27 de septiembre. Será la única participante con síndrome de Down en su categoría, algo que suma aún más valor a su esfuerzo y dedicación.

 

El motor de su vida: el amor de su familia

Leila no camina sola este camino. Su mamá, sus hermanos e incluso su mascota forman parte esencial de esta historia. La acompañan, la alientan y hacen todo lo posible para que pueda seguir creciendo en lo que ama.

Pero como ocurre con muchos deportistas amateurs, los recursos no alcanzan. Los costos de entrenamientos, viajes, trajes y competencias son altos. Por eso, su familia pide colaboración para que Leila pueda estar presente en este nuevo torneo nacional. Ya sea a través de un aporte económico, un padrinazgo o el apoyo de algún organismo gubernamental, toda ayuda suma.

 

Una historia que inspira

Leila es más que una atleta: es una inspiración. Su constancia, alegría y fortaleza son un mensaje potente sobre la importancia de seguir los sueños, incluso cuando el camino no es fácil….

 

 

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Fuente: enteratenoticias.com.ar

 


 


 

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